FAPACE denuncia que cinco años después de la ley, las aulas siguen con altas temperaturas

La Voz de Almería – César Lorente Venteo -. 05/06/2025 .

El termómetro no ha alcanzado aún los picos del verano, pero ya se ha convertido en un enemigo dentro de las aulas. Las altas temperaturas, el hacinamiento y la falta de medidas efectivas están llevando al límite a la comunidad educativa. Desde FAPACE —la Federación de Asociaciones de Familias del Alumnado de Centros de Educación Pública de Almería— lo tienen claro: “con la salud no se juega”.

Hace cinco años se aprobó la Ley 1/2020, de 13 de julio, con el objetivo de mejorar las condiciones térmicas y ambientales en los colegios. “En aquel momento se habló de toldos, energías renovables y sombra en los patios. Hoy seguimos hablando de lo mismo, pero nada ha cambiado”, señalan desde la federación.

El discurso institucional insiste en que “el 95% del plan de bioclimatización está ejecutado”, una afirmación que, según denuncian desde FAPACE, se repite año tras año sin que se traduzca en mejoras tangibles. “No nos salen las cuentas”, responden.

La realidad, según relatan numerosas AMPA de toda la provincia, es que la situación ha empeorado. “Las aulas están saturadas, la temperatura se dispara, y las familias se desesperan”. En muchos centros, lo único que ha cambiado es lo que las propias familias han costeado: aparatos de aire acondicionado, reparaciones, ventiladores. Algunos incluso han tenido que enfrentarse a decisiones municipales tan absurdas como el corte de cables o la retirada de mandos de los dispositivos adquiridos por ellos mismos.

Desde FAPACE, el año pasado se promovió una campaña en redes sociales donde las AMPA compartían imágenes de los termómetros en las aulas con etiquetas como #aulasfapacesincalor o #aulasnosaunas. “Tendremos que repetirlo, a nuestro pesar”, lamentan, “porque seguimos igual”.

 

La federación también pone el foco en un dato objetivo: la normativa laboral exige mantener la temperatura de los centros de trabajo entre los 17 y los 27 grados. “¿Por qué los colegios han de ser una excepción?”, cuestionan. “Nuestras hijas e hijos, junto al profesorado y personal administrativo, pasan muchas horas allí. No hay excusa”.

El malestar es generalizado y la exigencia, contundente: “Que no nos cuenten las mismas mentiras de siempre. Si ese 95% ejecutado no es suficiente, necesitamos soluciones reales y voluntad política. Las familias no pueden seguir asumiendo lo que le corresponde a la administración”.

En medio de esta situación, FAPACE lanza también un mensaje de reconocimiento: “Gracias a las AMPA por su esfuerzo incansable. Y enhorabuena a esos ayuntamientos que, con compromiso, vuelven a demostrar que están al lado de las personas”. Mientras tanto, las aulas se siguen calentando. Y la paciencia de las familias, también.